SECCIÓN EVANGELISMO

C O L . O B R E R A , M T Y , N . L .


 
TEMAS DE EVANGELISMO 
”De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.”

San Juan 5:24


LA BIENAVENTURANZA DE OÍR LA PALABRA

 

“ Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.” Apocalipsis 1:3.

Las palabras del Espíritu Santo al visionario San Juan, le fueron reveladas de aquellas cosas que habrían de acontecer, y de la bienaventuranza y valor de oír las palabras de esta profecía.

Oír: Percibir con el oído los sonidos. Atender o darse por enterado de aquello de que le hablan.

Es una bienaventuranza oír la palabra de Dios, ya que los beneficios que recibe todo aquel que laatiende, trascienden en su vida para vida eterna. ”De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.” San Juan5:24.

El maestro refirió de aquellos que valoraban su mensaje y recibían su palabra, oyendo sus enseñanzas, contrario a los que rechazaban su sermón. ”El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.” San Juan 8:47.

Es de la voluntad del ser humano recibir o rechazar el mensaje de la palabra, trayendo en ambas situaciones desenlace para beneficio o perjuicio de su vida. “El que menosprecia la palabra, perecerá por ello: Mas el que teme el mandamiento, será recompensado.” Proverbios 13:13.

Sin lugar a dudas un testimonio digno de recordar e imitar, fue el de María quien cuando recibió la visita del maestro en su casa, no desaprovecho la oportunidad para escuchar de cercas las maravillosas enseñanzas de Jesús nuestro Señor y aunque fue censurada por su hermana Martha, quien un tanto distraída por los muchos servicios, esto no impidió que María escogiera la mejor parte. “Y aconteció queyendo, entró él en una aldea: y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa. Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose á los pies de Jesús, oía su palabra. Empero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola?Dile pues, que me ayude. Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: Empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.” San Lucas 10:38-42.

Siempre será para el creyente, una gran bendición oír la palabra de Dios, el corazón se recrea en el consuelo y fortaleza que trae consigo la virtud de la palabra de Dios. De estas cosas dijo el maestro: “El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.” San Juan 6:63.

Por ello será una bienaventuranza para el hijo de Dios atender el mensaje del evangelio para bendición de su alma y de todos los suyos, como lo sucedió en aquella mujer, que estaba atenta a lo que predicaba el apóstol Pablo y por ello Dios la recompenso, abriendo su corazón, alcanzando su salvación junto con su familia. “Partidos pues de Troas, vinimos camino derecho á Samotracia, y el día siguiente á Neápolis; Y de allí á Filipos, que es la primera ciudad de la parte de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. Y un día de sábado salimos de la puerta junto al río, donde solía ser la oración; y sentándonos, hablamos á las mujeres que se habían juntado. Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta á lo que Pablo decía. Y cuando fué bautizada, y su familia, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad: y constriñónos.” Hechos16:11-15.

 

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea en vuestro corazón.
Escribió: hno. Juan García Moreno.